Para que el senderismo nos deje un buen recuerdo y nos anime a repetir la experiencia debemos tener en cuenta una serie de detalles, que si olvidamos, puede estropearnos el día.
Deberíamos informarnos de la ruta, estar bien equipados con todo aquello que podamos necesitar.
En el senderismo, al igual que en casi todos los esfuerzos físicos, hay que aprender a dosificarse. No hay que llegar arriba el primero, hay que llegar hasta el final.
Lo ideal es comenzar por rutas asequibles, de baja intensidad, sin demasiadas cuestas. Con el tiempo llegaremos a subir donde sea y estar mucho tiempo caminando. Es de gran importancia sentar el hábito de andar durante horas, ello nos permitirá mejorar poco a poco.
En el senderismo, como en cualquier deporte, es necesario no agotar todas las fuerzas en un momento puntual. Hay que caminar relajado, sin prisa, sin pausa, disfrutando del camino y de lo que en él se encuentra. Debemos comprender que lo importante no es solo el camino, sino disfrutar de él.
Poco a poco, con el tiempo, cogeremos experiencia y no será necesario llevar encima un manual de cómo disfrutar del camino.
Tampoco hay que olvidar el calentamiento, antes y después de comenzar a andar hay que efectuar estiramientos para adecuar los músculos al esfuerzo. No es conveniente iniciar las rutas por pendientes muy empinadas cuando nuestra musculatura todavía no ha llegado a calentar lo suficiente.
V TROBADA DE MUIXERANGUES CIUTAT DE XÀTIVA
Hace 1 año
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